
La tienda casa Ciutad fué fundada por don José Ciutad Español en el año 1923 en la céntrica y transitada calle de la avenida Puerta del Ángel número 14 de Barcelona.
Desde ese día hasta su cierre en febrero del 2009, tres generaciones nos hemos dedicado a la fabricación y venta de artículos de tocador.
Especializados en peines y cepillos artesanales de la mejor calidad, casa Ciutad se convirtió en un referente del comercio histórico de Barcelona.
Además de los mencionados peines y todo tipo de cepillería, ofrecíamos a nuestros clientes una gran variedad de artículos de afeitado, manicura, y accesorios para el cabello, desde pasadores, diademas, horquillas, hasta las tejas para mantilla.
Queremos continuar la labor iniciada con tanta dedicación por nuestro abuelo, manteniendo su nivel de exigencia y su vocación por satisfacer a la clientela.
Premios-prensa-opinión

En el año 1993 el ayuntamiento de Barcelona inició una campaña para premiar con un diploma a todos aquellos establecimientos con más de 50 años de antiguedad dedicados al comercio en la ciudad.
La campaña
tuvo por nombre " Guapos per sempre" y culiminó con la colocación de una placa de zinc en la entrada de los establecimientos premiados.
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Sí, el cierre de la deliciosa tienda Ciutad (fundada en
1882 por Josep Ciutad) es doloroso. La crisis ha propiciado,
en este sentido, la desaparición de no pocos establecimientos
de largo recorrido. Y para dentro de un puñado
de años está fatalmente prevista la bajada definitiva de la
puerta de innúmeros comercios históricos, al cumplirse
el término de ciertos alquileres previstos en la ley Boyer.
La joyería Roca ha salido indemne, al pasar a manos de
la joyería Tous; es un caso aislado, pero que alivia. El
Ayuntamiento no ha hallado la fórmula para evitar este
tan lamentable como irreparable empobrecimiento del
estilo barcelonés. Viena, pongo por caso, sí ha sabido
preservar los cafés; en cambio, pese a que enriquecieron
y humanizaron durante dos siglos nuestro paisaje, no se
ha actuado para evitar la desaparición de todo un mundo.
Hemos caído en manos de las igualitarias franquicias,
lo que ha restado personalidad a Barcelona."
LLUÍS PERMANYER
Cronista de la ciudad de Barcelona

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Para saber quién forma
parte del selecto
grupo de establecimientos
llamado
“Guapos per sempre”,
hay que mirar al suelo. Delante
de la puerta de los comercios
más antiguos de Barcelona, en la
acera, hay una placa de hierro colado
con un icono de la actividad
comercial, el nombre y el año de
fundación. Es una distinción que
el Institut de Paisatge Urbà estableció
en 1993 para premiar a
aquellas tiendas que han sabido
preservar su identidad, siguiendo
el ritmo de los tiempos actuales.
Para ganarse la placa, hay
que haberse dedicado al oficio al
menos 50 años, en el mismo vecindario
y conservando el aspecto
original. En unos tiempos en
los que la uniformidad –de cadenas
de ropa, de cafeterías, de almacenes–
hace las calles aburridamente
clónicas, entrar en una
de estas tiendas es dar un salto
cualitativo. No sólo por la profesionalidad
(lo saben todo sobre
su oficio; sus antepasados se lo
enseñaron), sino por su valiosa especialización.
En Pintes i Raspalls Ciutad
también se respira ese aire impoluto,
de cuando los ciudadanos salían
a pasear por el Gòtic hechos
un pincel. Los tiempos han cambiado,
pero sólo hay que cruzar
el umbral de Ciutad para sentirse
a salvo, en la embajada del afeitado
apurado y la raya al lado impecable.
Los mejores peines de la
ciudad están aquí, y los hay de todo
tipo: para las barbas, las cejas,
para desenredar, para melenas,
para bigotes, para la espalda… Su
particularidad es doble: además
de estar hechos a mano, son de
asta de toro. Ese material no es
fácil de manipular; debe aplanarse
el cuerno con calor, recortar la
pieza, redondearla, pulirla… A
cambio, se obtiene un peine que
deja el pelo suave y sin electricidad,
porque tiene la misma composición
de queratina que el pelo.
Han ido perfeccionando la técnica
desde que abrieron en 1922
y, una vez más, son únicos en su
especialidad. Tras tres generaciones,
hoy su responsable es Santiago
Ciutad."
MARTA D. RIEZU
El fundador de Casa Ciutad: Don José Ciutad Español.
Nacido en Graus provincia de Aragón. Tras la precepitada muerte del padre, la familia Ciutad se trasladó a Barcelona a casa de un familiar. Su madre se volvió a casar con un comerciante que acogió a sus hijos como si fueran suyos.
Después de
aprender el oficio en la fábrica de peines de su primo, rechazó el pago del dinero que su madre había ahorrado para librarse de la guerra del Rif en Marruecos, práctica habitual por áquel entonces, y fue reclutado. Al volver del servicio militar, recuperó el dinero destinado para evitar ir a la guerra y lo invirtió en su primer negocio.
Fundó la primera tienda que estaba situada en la calle del pino, un antiguo almacén de música.
Posteriormente al cabo de unos años abrió otra tienda en la avenida puerta del ángel número 14.
Durante un tiempo permanecieron funcionando los dos establecimientos, hasta que cerró el de la calle del Pino y mantuvo el de la avenida puerta del ángel número 14, consolidándose como uno de los establecimientos especializados de referencia en Barcelona.